PRIORATO TEMPLARIO DE MÉXICO

PRIORATO TEMPLARIO DE MÉXICO

COMUNICADO ESPECIAL DEL PRIORATO MAGISTRAL DE MÉXICO, (SMOTH-MIT)


La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Jerusalem en México, los verdaderos Caballeros Templarios en México bajo la Obediencia SMOTH-MIT (Supremus Ordo Militaris Templi Hierosolymitani - Maestrazgo Internacional Templario, con sede en Palma de Mallorca, España), rechazamos cualquier tipo de violencia, desmarcándonos de los asesinatos, atentados y actuaciones de esos denominados "Caballeros Templarios", que sin serlo, atemorizan desde el estado de Michoacán intentando implicar a la Orden del Temple en sus actividades delictivas, hechos que condenamos enérgicamente, queriendo dejar claro a la opinión pública que la Orden del Temple y más concretamente la SMOTH - MIT mexicana tenga algo que ver con los citados hechos.



Nos mantenemos como siempre al lado de las instituciones de la República Méxicana y nos ponemos a disposición de las autoridades en lo que fuera necesario para terminar con esta lamentable situación que pudiera levantar equívocos que bien pudieran ocasionar daños no deseados a personas dedicadas en cuerpo y alma a la ayuda a sus semejantes.








viernes, 22 de enero de 2010

Cantinflas en "Su Excelencia"

DISCURSO DE CANTINFLAS

Cantinflas en "Su Excelencia", México, 1967

Me ha tocado en suerte ser último orador, cosa que me alegra mucho porque, como quien dice, así me los agarro cansados.

Sin embargo, sé que a pesar de la insignificancia de mi país que no tiene poderío militar, ni político, ni económico ni mucho menos atómico, todos ustedes esperan con interés mis palabras ya que de mi voto depende el triunfo de los Verdes o de los Colorados.

Señores Representantes:

Estamos pasando un momento crucial en que la humanidad se enfrenta a la misma humanidad.  Estamos viviendo un momento histórico en que el hombre científica e intelectualmente es un gigante, pero moralmente es un pigmeo.

La opinión mundial está tan profundamente dividida en dos bandos aparentemente irreconciliables, que dado el singular caso, que queda en sólo un voto.

El voto de un país débil y pequeño pueda hacer que la balanza se cargue de un lado o se cargue de otro lado.  Estamos, como quien dice, ante una gran báscula: por un platillo ocupado por los Verdes y con otro platillo ocupado por los Colorados.

Y ahora llego yo, que soy de peso pluma como quien dice, y según donde yo me coloque, de ese lado seguirá la balanza. ¡Háganme el favor!...

¿No creen ustedes que es mucha responsabilidad para un solo ciudadano? No considero justo que la mitad de la humanidad, sea la que fuere, quede condenada a vivir bajo un régimen político y económico que no es de su agrado, solamente porque un frívolo embajador haya votado, o lo hayan hecho votar, en un sentido o en otro.

El que les habla, su amigo... yo... no votaré por ninguno de los dos bandos (voces de protesta).

 Y yo no votaré por ninguno de los dos bandos debido a tres razones:

Primera, porque, repito que no se sería justo que el sólo voto de un representante, que a lo mejor está enfermo del hígado, decidiera el destino de cien naciones;

Segunda, estoy convencido de que los procedimientos, repito, recalco, los procedimientos de los Colorados (los países comunistas) son desastrosos  (voces de protesta de parte de los Colorados);

¡Y Tercera!... porque los procedimientos de los Verdes (Los Estados Unidos) tampoco son de lo más bondadoso que digamos (ahora protestan los Verdes).

Y si no se callan ya yo no sigo, y se van a quedar con la sensación de saber lo que tenía que decirles.

Insisto que hablo de procedimientos y no de ideas ni de doctrinas.

Para mí todas las ideas son respetables aunque sean ideítas o ideotas aunque no esté de acuerdo con ellas.

Lo que piense ese señor, o ese otro señor, o ese señor, o ese de allá de bigotico que no piensa nada porque ya se nos durmió, eso no impide que todos nosotros seamos muy buenos amigos.

Todos creemos que nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, nuestra manera de pensar y hasta nuestro modito de andar son los mejores; y el chaleco se lo tratamos de imponérselo a los demás y si no lo aceptan decimos que son unos tales y unos cuales y al ratito andamos a la greña.

¿Ustedes creen que eso está bien?

Tan fácil que sería la existencia si tan sólo respetásemos el modo de vivir de cada quien.

Hace cien años ya lo dijo una de las figuras más humildes pero más grandes de nuestro continente: El respeto al derecho ajeno es la paz.

Así me gusta... no que me aplaudan, pero sí que reconozcan la sinceridad de mis palabras.

Yo estoy de acuerdo con todo lo que dijo el representante de Salchichonia con humildad, con humildad de albañiles no agremiados debemos de luchar por derribar la barda que nos separa, la barda de la incomprensión, la barda de la mutua desconfianza, la barda del odio, el día que lo logremos podemos decir que nos volamos la barda.

Pero no la barda de las ideas, ¡eso no!, ¡nunca!, el día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas, en autómatas.

Este es el grave error de los Colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema político y económico, hablan de libertades  humanas, pero yo les pregunto: ¿existen esas libertades en sus propios países?

Dicen defender los Derechos del Proletariado pero sus propios obreros no tienen siquiera el derecho elemental de la huelga, hablan de la cultura  universal al alcance de las masas pero encarcelan a sus escritores porque se atreven a decir la verdad, hablan de la libre determinación de los pueblos y sin embargo hace años que oprimen una serie de naciones sin permitirle que se den la forma de gobierno que más les convenga.

¿Cómo podemos votar por un sistema que habla de dignidad y acto seguido atropella lo más sagrado de la dignidad humana que es la libertad de conciencia eliminando o pretendiendo eliminar a Dios por decreto?

No, señores representantes, yo no puedo estar con los Colorados, o mejor dicho con su modo de actuar; respeto su modo de pensar, allá ellos, pero no puedo dar mi voto para que su sistema se implante por la fuerza en todos los países de la tierra ¡El que quiera ser Colorado que lo sea, pero que no pretenda teñir a los demás!- los Colorados se levantan para salir de la Asamblea-.

¡Un momento jóvenes!, ¿pero por qué tan sensitivos?

Pero si no aguantan nada, no, pero si no he terminado, tomen asiento.

Ya sé que es costumbre de ustedes abandonar estas reuniones en cuanto oyen algo que no es de su agrado; pero no he terminado, tomen asiento, no sean precipitosos... todavía tengo que decir algo de los Verdes, ¿no les es gustaría escucharlo?

Siéntese. Y ahora, mis queridos colegas Verdes, ¿ustedes qué dijeron?:  Ya votó por nosotros, ¿no?,  pues no, jóvenes, y no votaré por ustedes  porque ustedes también tienen mucha culpa de lo que pasa en el mundo, ustedes también son medio soberbios, como que si el mundo fueran ustedes y los demás tienen una importancia muy relativa, y aunque hablan de paz, de democracia y de cosas muy bonitas, a veces también pretenden imponer su voluntad por la fuerza, por la fuerza del dinero.

Yo estoy de acuerdo con ustedes en que debemos luchar por el bien colectivo e individual, en combatir la miseria y resolver los tremendos problemas de la vivienda, del vestido y del sustento.

Pero en lo que no estoy de acuerdo con ustedes es la forma que ustedes pretenden resolver esos problemas, ustedes también han sucumbido ante el materialismo, se han olvidado de los más bellos valores del espíritu pensando sólo en el negocio, poco a poco  se han ido convirtiendo en los acreedores de la humanidad y por eso la humanidad los ve con desconfianza.

El día de la inauguración de la Asamblea, el señor embajador de Lobaronia dijo que el remedio para todos nuestros males estaba en tener automóviles, refrigeradores, aparatos de televisión... y yo  me pregunto: ¿para qué queremos automóviles si todavía andamos descalzos?, ¿para qué queremos refrigeradores si no tenemos alimentos que meter dentro de ellos?, ¿para qué queremos tanques y armamentos si no tenemos suficientes escuelas para nuestros hijos?

Debemos de pugnar para que el hombre piense en la paz, pero no solamente impulsado por su instinto de conservación, sino fundamentalmente por el deber que tiene de superarse y de hacer del mundo una morada de paz y de tranquilidad cada vez más digna de la especie humana y de sus altos destinos.

Pero esta aspiración no será posible si no hay abundancia para todos, bienestar común, felicidad colectiva y justicia social.

Es verdad que está en manos de ustedes, de los países poderosos de la tierra, ¡Verdes y Colorados!, el ayudarnos a nosotros los débiles, pero no con dádivas ni con préstamos, ni con alianzas militares.

Ayúdennos pagando un precio más justo, más equitativo por nuestras materias primas, ayúdennos compartiendo con nosotros sus notables adelantos en la ciencia, en la técnica... pero no para fabricar bombas sino para acabar con el hambre y con la miseria.

Ayúdennos respetando nuestras costumbres, nuestra dignidad como seres humanos y nuestra personalidad como naciones por pequeños y débiles que seamos; practiquen la tolerancia y la verdadera fraternidad que nosotros sabremos corresponderles, pero dejen ya de tratarnos como simples peones de ajedrez en el tablero de la política internacional.

Reconózcannos como lo que somos, no solamente como clientes o como ratones de laboratorios, sino como seres humanos que sentimos,  que sufrimos, que lloramos.

Señores representantes, hay otra razón más por la que no puedo dar mi voto: hace exactamente veinticuatro horas que presenté mi renuncia como embajador de mi país, espero me sea aceptada.

Consecuentemente no les he hablado a ustedes como Excelencia sino como un simple ciudadano, como un hombre libre, como un hombre cualquiera pero que, sin embargo, cree interpretar el máximo anhelo de todos los hombres de la tierra, el anhelo de vivir en paz, el anhelo de ser libre, el anhelo delegar a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos un mundo mejor en el que reine la buena voluntad y la concordia.

Y qué fácil sería, señores, lograr ese mundo mejor en que todos los hombres blancos, negros, amarillos y cobrizos, ricos y pobres pudiésemos vivir como hermanos.

Si no fuéramos tan ciegos, tan obcecados, tan orgullosos, si tan sólo rigiéramos nuestras vidas por las sublimes palabras, que hace dos mil años, dijo aquel humilde carpintero de Galilea, sencillo, descalzo, sin frac ni condecoraciones:

Amaos... amaos los unos a los otros; pero desgraciadamente ustedes entendieron mal, confundieron los términos, ¿y qué es lo que han hecho?, ¿qué es lo que hacen?: Armaos los unos contra los otros;....

He dicho...

Fin

lunes, 11 de enero de 2010

Discurso de El Gran Dictador

Lo siento.

Pero yo no quiero ser emperador. Ese no es mi oficio, sino ayudar a todos si fuera posible. Blancos o negros. Judíos o gentiles. Tenemos que ayudarnos los unos a los otros; los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacernos desgraciados. No queremos odiar ni ayudar a nadie. En este mundo hay sitio para todos y la buena tierra es rica y puede alimentar a todos los seres. El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado a nosotros mismos. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos. Nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado, sentimos muy poco.

Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura.

Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo. Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos inventos exige bondad humana, exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.

Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oirme, les digo: no deseperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de homres que temen seguir el camino del progreso humano.

El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá.

Soldados.

No os entreguéis a eso que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir.

Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.

Vosotros no sois ganado, no sois máquinas, sois Hombres. Lleváis el amor de la Humanidad en vuestros corazones, no el odio. Sólo lo que no aman odian, los que nos aman y los inhumanos.

Soldados.

No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad. El el capítulo 17 de San Lucas se lee: "El Reino de Dios no está en un hombre, ni en un grupo de hombres, sino en todos los hombres..." Vosotros los hombres tenéis el poder. El poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad, el poder de hacer esta vida libre y hermosa y convertirla en una maravilosa aventura.

En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido. Todos a luchar para liberar al mundo. Para derribar barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia.

Luchemos por el mundo de la razón.

Un mundo donde la ciencia, el progreso, nos conduzca a todos a la felicidad.

Soldados.

En nombre de la democracia, debemos unirnos todos.

Charles Chaplin



Hannah, ¿puedes oírme? ¡ Dondequiera que estés, alza los ojos ! ¡ Mira, Hannah ! ¡ Las nubes están desapareciendo ! ¡ el sol se está abriendo paso a través de ellas ! ¡ Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la luz ! ¡ Estamos entrando en un mundo nuevo, un mundo más amable, donde los hombres se elevarán sobre su avaricia, su odio y su brutalidad ! ¡ Mira, Hannah ! ¡ Han dado alas al alma del hombre y, por fin, empieza a volar! ¡ Vuela hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza ! ¡ Alza los ojos, Hannah ! ¡ Alza los ojos !

miércoles, 6 de enero de 2010

Evangelio según San Lucas

Capítulo 17

1. Dijo Jesús a sus discípulos: "Es imposible que no haya escándalos y caídas, pero ¡pobre del que hace caer a los demás!

2. Mejor sería que lo arrojaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, antes que hacer caer a uno de estos pequeños.

3. Cuídense ustedes mismos. Si tu hermano te ofende, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo.

4. Si te ofende siete veces al día y otras tantas vuelve arrepentido y te dice: "Lo siento", perdónalo."

5. Los apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe."

6. El Señor respondió: "Si ustedes tienen un poco de fe, no más grande que un granito de mostaza, dirán a ese árbol: Arráncate y plántate en el mar, y el árbol les obedecerá.

7. ¿Acaso tienen un servidor que está arando o cuidando el rebaño? Y cuando éste vuelve del campo, ¿le dicen acaso: Entra y descansa?

8. "No, le dirán más bien: Prepárame la comida y ponte el delantal para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú?

9. ¿Y quién de ustedes se sentirá agradecido con él porque hizo lo que le fue mandado?

10. Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que les ha sido mandado, digan: Somos servidores que no hacíamos falta, hemos hecho lo que era nuestro deber."

11. De camino a Jerusalén, Jesús pasaba por los confines entre Samaría y Galilea,

12. y al entrar en un pueblo, le salieron al encuentro diez leprosos. Se detuvieron a cierta distancia

13. y gritaban: "Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros."

14. Jesús les dijo: "Vayan y preséntense a los sacerdotes."

15. Mientras iban quedaron sanos. Uno de ellos, al verse sano, volvió de inmediato alabando a Dios en alta voz,

16. y se echó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole las gracias. Era un samaritano.

17. Jesús entonces preguntó: "¿No han sido sanados los diez? ¿Dónde están los otros nueve?

18. ¿Así que ninguno volvió a glorificar a Dios fuera de este extranjero?"

19.Y Jesús le dijo: "Levántate y vete; tu fe te ha salvado."

20. Los fariseos estaban preguntando a Jesús: "¿Cuándo llegará el Reino de Dios?" Les contestó: "La venida del Reino de Dios no es cosa que se pueda verificar.

21. No van a decir: "Está aquí, o está allá". Y sepan que el Reino de Dios está en medio de ustedes."

22. Jesús dijo además a sus discípulos: "Llegará un tiempo en que ustedes desearán ver alguna de las manifestaciones del Hijo del Hombre, pero no la verán.

23. Entonces les dirán: "Está aquí, está allá." No vayan, no corran.

24. En efecto, como el fulgor del relámpago rasga el cielo desde un extremo hasta el otro, así sucederá con el Hijo del Hombre cuando llegue su día.

25. Pero antes tiene que sufrir mucho y ser rechazado por esta gente.

26. En los días del Hijo del Hombre sucederá lo mismo que en tiempos de Noé:

27. la gente comía, bebía, y se casaban hombres y mujeres, hasta el día en que Noé entró en el arca y vino el diluvio que los hizo perecer a todos.

28. Ocurrirá lo mismo que en tiempos de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, plantaba y edificaba.

29. Pero el día que salió Lot de Sodoma, cayó desde el cielo una lluvia de fuego y azufre que los mató a todos.

30. Lo mismo sucederá el día en que se manifieste el Hijo del Hombre.

31. Aquel día, el que esté en la terraza, que no baje a buscar sus cosas al interior de la casa; y el que esté en el campo, que no se vuelva atrás.

32. Acuérdense de la mujer de Lot.

33. El que intente guardar su vida la perderá, pero el que la entregue, la hará nacer a nueva vida.

34. Yo les declaro que aquella noche, de dos personas que estén durmiendo en una misma cama, una será llevada y la otra dejada;

35. dos mujeres estarán moliendo juntas, pero una será llevada y la otra dejada."

36. Entonces preguntaron a Jesús: "¿Dónde sucederá eso, Señor?"

37. Y él respondió: "Donde esté el cuerpo, allí se juntarán los buitres."

martes, 5 de enero de 2010

Zeitgeist Argentum