PRIORATO TEMPLARIO DE MÉXICO

PRIORATO TEMPLARIO DE MÉXICO

COMUNICADO ESPECIAL DEL PRIORATO MAGISTRAL DE MÉXICO, (SMOTH-MIT)


La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Jerusalem en México, los verdaderos Caballeros Templarios en México bajo la Obediencia SMOTH-MIT (Supremus Ordo Militaris Templi Hierosolymitani - Maestrazgo Internacional Templario, con sede en Palma de Mallorca, España), rechazamos cualquier tipo de violencia, desmarcándonos de los asesinatos, atentados y actuaciones de esos denominados "Caballeros Templarios", que sin serlo, atemorizan desde el estado de Michoacán intentando implicar a la Orden del Temple en sus actividades delictivas, hechos que condenamos enérgicamente, queriendo dejar claro a la opinión pública que la Orden del Temple y más concretamente la SMOTH - MIT mexicana tenga algo que ver con los citados hechos.



Nos mantenemos como siempre al lado de las instituciones de la República Méxicana y nos ponemos a disposición de las autoridades en lo que fuera necesario para terminar con esta lamentable situación que pudiera levantar equívocos que bien pudieran ocasionar daños no deseados a personas dedicadas en cuerpo y alma a la ayuda a sus semejantes.








miércoles, 30 de diciembre de 2009

"Así habló Zaratustra"

«El que busca, fácilmente se pierde a sí mismo. Todo irse a la soledad es culpa»: así habla el rebaño. Y tú has formado parte del rebaño durante mucho tiempo.

La voz del rebaño continuará resonando dentro de ti. Y cuando digas «yo ya no tengo la misma conciencia que vosotros», eso será un lamento y un dolor.

Pero el peor enemigo con que puedes encontrarte serás siempre tú mismo; a ti mismo te acechas tú en las cavernas y en los bosques.

¡Solitario, tú recorres el camino que lleva a ti mismo! ¡Y tu camino pasa al lado de ti mismo y de tus siete demonios!

Un hereje serás para ti mismo, y una bruja y un hechicero y un necio y un escéptico y un impío y un malvado.

Tienes que querer consumirte a ti mismo en tu propia llama: ¡cómo te renovarías si antes no te hubieses convertido en ceniza!

Friedrich Nietzsche

Un cerebro oculto en la Capilla Sixtina


Ciencia y religión, unidas en una imagen creada por el gran Miguel Ángel en su obra maestra, los frescos de la Capilla Sixtina. 

En 1990, el doctor Frank Lynn Meshberger publicó un artículo

Ver archivo pdf (http://www.wellcorps.com/files/TheCreation.pdf) en el Diario de la Asociación Médica Norteamericana explicando que las figuras y sombras situadas detrás de la de Dios, son una imagen anatómicamente precisa del cerebro humano, incluyendo el lóbulo frontal, el quiasma óptico, el tronco del encéfalo, la hipófisis (o glándula pituitaria) y el cerebelo. 

Dios esta superpuesto sobre el sistema límbico, el centro emocional del cerebro. Su brazo derecho se extiende desde la corteza pre frontal, la región más creativa y más exclusivamente humana del cerebro. Bajo el brazo extendido del creador, aparece curiosamente un ángel entristecido, en un área del cerebro que aparece activada en una tomografía TEP, cuando alguien experimenta un pensamiento triste.

Esta escena es la famosísima creación de Adán. Adán ya está vivo y Dios le infunde la chispa de vida sin tocarse, conectados como una sinapsis neuronal.

La creación de Adán (Miguel Ángel)

La creación de Adán es un fresco en el techo de la Capilla Sixtina pintado por Miguel Ángel alrededor del año 1511. Ilustra el episodio bíblico del Génesis en el cual Dios le da vida a Adán, el primer hombre (según la tradición bíblica). Cronológicamente es el cuarto de los paneles que representan episodios del Génesis en el techo de la capilla, fue de los últimos en ser completados y es una de las obras de arte más apreciadas y reconocidas en el mundo

Dios es representado como un hombre anciano y con barba envuelto en una alborotada túnica color púrpura, la cual comparte con unos querubines. Su brazo izquierdo está alrededor de una figura femenina, normalmente interpretada como Eva, quien no ha sido creada aún, en sentido figurado, espera en los cielos a que le sea dado un lugar en la Tierra. El brazo derecho de Dios se encuentra estirado para impartir la chispa de vida de su propio dedo al de Adán, cuyo brazo izquierdo se encuentra en idéntica posición al de Dios. Es famoso el hecho de que ambos dedos están separados por una mínima distancia. La pintura tomó de tres a cuatro años en ser completada.

La composición es obviamente artística y no literal, ya que Adán es capaz de alcanzar el dedo de Dios, incluso antes de que se le haya dado ""vida". De la misma manera, Eva es representada antes de su propia creación. La inclusión de Eva ha llevado a algunas personas a creer que la figura femenina podría representar a Lilith la mítica primera esposa de Adán, aunque, según la Biblia, Lilith también fue creada después de Adán.

Las posiciones identicas de Dios y Adán se basan en el Génesis 1:27, que dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. Al mismo tiempo Dios, que aparece flotando en el aire contrasta con la imagen terrenal de Adán, quien se encuentra acostado en un estable triángulo de tierra. El nombre de Adán viene del hebreo y significa hombre y la forma femenina Adamah significa Tierra. La inspiración de Miguel Ángel pudo haber venido del himno medieval Veni Creator Spiritus en el que se pide que el dedo de la mano paterna derecha (digitus paternae dexterae) de a los fieles amor y corazón.

Teorías anatómicas

Varias hipótesis han surgido en torno al significado de la composición original de La Creación de Adán. Muchas de éstas toman la bien documentada experiencia de Miguel Ángel en la anatomía humana como punto de partida.

En 1990, un doctor llamado Frank Lynn Meshberger publicó en Diario de la Asociación Médica Norteamericana que las figuras y sombras representadas atrás de la figura de Dios aparecían como una acertada representación del cerebro humano incluyendo el lóbulo frontal, el quiasma óptico,el tronco del encéfalo la hipófisis (o glándula pituitaria) y el cerebelo.

Alternativamente, ha sido observado que el manto rojo alrededor de Dios tiene la forma del útero humano y que la bufanda verde que cuelga de él, podría ser un cordón umbilical recién cortado. Otras personas también creen que la imagen de Eva puede ser vista como parte de Adán, pues su pierna derecha puede representar el torso y la parte superior de su rodilla el pecho.

Fuente:

http://elzo-meridianos.blogspot.com/2009/12/un-cerebro-oculto-en-la-capilla-sixtina_18.html

http://es.wikipedia.org/wiki/La_creación_de_Adán

martes, 22 de diciembre de 2009

Conocimiento

El conocimiento es poder, la ignorancia esclavitud. La sabiduría no te dará la felicidad, pero si te hará más libre. La libertad no hace felices a los hombres, los hace hombres.

Nada es suficiente para quien lo suficiente es poco. No es más rico quien más tiene sino quién menos necesita.

No creas todo lo que oyes
No digas todo lo que sabes
No hagas todo lo que puedes
No gastes todo lo que tienes

Pero

Escucha sin menospreciar nada
Enseña al que quiere aprender
Ayuda y comparte con quien lo merece
No seas miserable, disfruta de la vida.

Quiero Toda la Tierra Más el 5%


Larry Hannigan & Stephanie Relfe

Fabián se entusiasmaba mientras ensayaba una vez más su discurso para la muchedumbre que se iba a presetar mañana. Él había deseado siempre prestigio y poder y ahora sus sueños iban a ser realidad. Era un artesano que trabajaba con plata y oro, haciendo joyería y ornamentos, pero estaba descontento con tener que trabajar para vivir. Él necesitaba entusiasmo, un desafío, y su plan estaba listo para comenzar.

Por generaciones la gente utilizó el sistema del trueque. Un hombre mantenía a su propia familia proporcionando todas sus necesidades o bien se especializaba en un comercio particular. Los bienes excedentes de su propia producción los intercambiaba por los excedentes de otros productores.

El día del mercado había sido siempre ruidoso y polvoriento, sin embargo la gente deseaba los gritos y los saludos, disfrutando especialmente del compañerismo. Solía ser un lugar feliz, pero ahora había demasiada gente, demasiados discutiendo. No había tiempo para charlar. Así que se hacía necesario un sistema mejor, aunque con este sistema la gente era feliz y gozaba de los frutos de su trabajo.

En cada comunidad un gobierno simple había sido formado garantizar que las libertades y derechos de cada persona fueran protegidos y que no se forzase a nadie a hacer nada en contra de su voluntad por ningún otro hombre o cualquier grupo de hombres.

Éste era el único propósito del gobierno y cada gobernador era apoyado voluntariamente por la comunidad local que lo había elegido.

Sin embargo, el día del mercado era un problema que no podían solucionar. ¿Valía un cuchillo una o dos cestas de maíz? ¿Valía una vaca más que un carro? A ninguno se le ocurría un sistema mejor.

Fabián había anunciado: "tengo la solución a nuestros problemas del trueque e invito a todos a una reunión pública mañana."

Al día siguiente, sobre un estrado en la plaza de la ciudad, Fabián explicó a todos el nuevo sistema que denominó "dinero". La idea sonaba bien. "¿cómo vamos a comenzar?" preguntó la gente.

"Muy sencillo. El oro que uso en ornamentos y joyería es un metal excelente. No se deslustra ni se enmohece y además durará muchos años. Fundiré un poco de mi oro en monedas y llamaremos a cada moneda "dólar".

Él explicó cómo trabajarían los valores de la moneda con respecto a las mercancías y que ese "dinero" sería realmente un medio para el intercambio. Un sistema mucho mejor que el trueque.

Uno de los gobernadores preguntó: "algunas personas pueden encontrar oro y hacer las monedas para sí mismos". Pero Fabián contestó: "eso sería de lo más injusto". Tenía preparada la respuesta y dijo: "solamente las monedas aprobadas por el gobierno pueden ser utilizadas y éstas tendrán una marca especial estampada en ellas." Esto parecía razonable y se propuso que se le diera a cada persona un número igual de monedas. "Sólo yo merezco la mayoría," dijo el fabricante de velas. "Todos utilizan mis velas". "No", dijo el granjero, "sin alimento aqui no hay vida y en consecuencia nosotros tenemos que tener la mayor cantidad de monedas." La discusión parecía no tener fin.

Fabián les dejó discutir durante un rato y finalmente dijo "puesto que ninguno de ustedes puede llegar a un acuerdo, yo sugiero que cada uno obtenga la cantidad que requiera de mí. No habrá límite a excepción de su capacidad de devolverlas. Según la cantidad de dinero que cada uno obtenga así deberá devolverme a mí una cantidad a fin de año.

"¿Y qué pago recibe usted?" la gente le preguntó a Fabián. "Puesto que estoy proporcionando un servicio, es decir la fuente de dinero que van a usar ustedes para vivir, me darán un pago por mi trabajo. Digamos que por cada 100 monedas que obtengan de mí me deberán devolver 105 al cabo del año que ustedes mantengan la deuda. Esas 5 monedas serán mi pago y llamaré a este pago "interés".

No parecía haber otra manera, y además, el 5% era realmente una cantidad pequeña para un año. "Vuelvan el viernes próximo y comenzaremos."

Fabián no perdió un minuto. Se puso a fabricar monedas monedas día y noche y al final de la semana ya estaba listo. Hizo cola la gente para entrar en su tienda y después de que las monedas fueran examinadas y aprobadas por los gobernadores el sistema comenzó a funcionar. Algunos pidieron sólo unas pocas monedas y se fueron a poner en marcha el nuevo sistema.

Encontraron que el dinero era maravilloso y pronto valoraron todo en monedas o dólares de oro. El valor que pusieron en cada cosa fue llamado "precio" y el precio dependió principalmente de la cantidad de trabajo requerida para producir el bien. Si tomaba mucho trabajo el precio era alto, pero si era producido con poco esfuerzo el precio era bajo.

En la ciudad vivía Alan, que era el único relojero. Sus precios eran altos porque los clientes estaban ansiosos de obtener uno de ellos.

Después otro hombre comenzó a hacer relojes y los ofreció a un precio más bajo para conseguir ventas. Alan fue forzado a bajar sus precios y a continuación todos los precios se vinieron abajo, de modo que ambos hombres se esforzaran en dar la mejor calidad con el precio mas bajo. Ésta era libre competencia genuina.

Lo mismo sucedía con los constructores, transportistas, contables, granjeros, etc. Los clientes siempre elegían lo que entendían era el mejor trato, pues tenían libertad de elección. No había protección artificial tal como licencias o tarifas para evitar que la gente entrara en el negocio. El estándar de vida se elevó y después de poco tiempo la gente se preguntaba cómo lo habían hecho antes sin dinero.

Al llegar a fin del año, Fabián salió de su tienda y visitó a toda la gente que le debia las monedas. Algunos tenían más de lo que pidieron prestado, pero ésto significaba que otros tenían menos porque la cantidad de monedas distribuidas inicialmente no había cambiado. Los que tenían más de lo que habían pedido prestado devolvieron lo recibido más 5 adicionales por cada 100, pero aún así, después de devolver sus monedas tuvieron que pedir prestado nuevamente para poder continuar.

Los otros descubrieron por primera vez que tenían una deuda. Antes de prestarles más dinero, Fabián tomó una hipoteca sobre algunos de sus activos y cada uno salió una vez más a intentar conseguir esas 5 monedas extra que siempre parecían tan dificiles de encontrar.

Nadie se dio cuenta de una cosa sencilla. El país nunca iba a poder saldar su deuda hasta que todas las monedas fueran devueltas, pero aún en ese caso, aunque se devolvieran todas las monedas, iban a estar siempre esos 5 adicionales por cada 100 que nunca habían sido puestos en circulación y por lo tanto nunca iban a poder ser devueltos. Sólo Fabián había entendido que era imposible pagar el interés porque nunca había sido puesto en circulación.

Era verdad que Fabián gastaba algunas monedas, pero él por sí mismo no podía gastar tanto como el 5% de la economía total del pais. Había miles de personas y Fabián era solamente uno. Por otro lado, él seguía siendo un orfebre viviendo una vida confortable.

En la parte posterior de su tienda Fabián hizo una caja fuerte y la gente encontró conveniente dejar algunas de sus monedas en ella como depósito de seguridad. Él cobraba un honorario pequeño dependiendo de la cantidad de dinero y la cantidad de tiempo que permanecía con él. Al dueño le daba a cambio un recibo.

Cuando alguien se iba de compras no llevaba normalmente muchas monedas de oro. Así que le daba al comerciante uno de los recibos de Fabián le había emitido equivalente al valor de las mercancías que deseaba comprar.

Los comerciantes reconocían el recibo como genuino y lo
aceptaban con idea de llevarlo después ante Fabian y recoger la cantidad apropiada en monedas. Con el tiempo los recibos pasaron de mano en mano en vez de transferir el oro en sí mismo porque la gente tenía completa confianza en ellos y los aceptaban como si fueran monedas de oro.

Después de poco tiempo, Fabián notó que era bastabte raro que alguna persona le pidiera realmente sus monedas de oro. Así que pensó: "tengo posesión de todo este oro y sigo teniendo que trabajar duro como artesano. Esto ya no tiene sentido. Hay docenas de personas que aceptarían de buen grado pagarme un interés por el uso de este oro que está depositado aquí y que sus dueños raramente reclaman.

Es verdad que el oro no es mío, pero también es cierto que está en mi posesión y esto es realmente lo que importa. Ya no necesito hacer más monedas para prestar porque puedo utilizar algunas de las que están almacenadas en la caja fuerte."

Al principio él era muy cauteloso, prestando unas pocas monedas cada vez, y sólo cuando tenía amplia seguridad de su devolución. Pero gradualmente adquirió mayor confianza y prestó cantidades más grandes.

Un día se solicitó un préstamo muy grande. Fabián sugirió, "en vez de llevar todas estas monedas podemos hacer un depósito en su nombre y entonces le daré varios recibos por el valor equivalente de las monedas. El prestatario convino y se fué con un manojo de recibos. Él había obtenido un préstamo aunque el oro permanecía en la caja fuerte de Fabián. Después de que el cliente se fuera, Fabian sonrió. Él podía tener la torta y encima comerla también. Él podría "prestar" el oro y todavía mantenerlo en su posesión.

Los amigos, los extranjeros e incluso los enemigos necesitaron fondos para realizar sus negocios. Siempre que pudieran asegurar la devolucion podrían pedir prestado tanto como necesitaran. Simplemente escribiendo recibos Fabián podía "prestar" tanto dinero como varias veces el valor del oro en su caja fuerte aunque no fuera el dueño. Todo era seguro siempre y cuando los dueños verdaderos no pidieran su oro y se mantuviera la confianza de la gente.

Fabián tenía un libro en el que se apuntaban los debitos y los créditos de cada persona. De hecho, el negocio de préstamos demostraba ser muy lucrativo.

Su posición social en la comunidad aumentaba casi tan rápidamente como su riqueza. Él se estaba convirtiendo en un hombre de importancia y requería respeto. En asuntos financieros su palabra era como una declaración sagrada.

Los orfebres de otras ciudades sentían curiosidad sobre sus actividades y un día llo llamaron para verlo. Él les contó lo que estaba haciendo, pero les insistió en la necesidad de mantener el secreto.
Si su plan fuera expuesto, el esquema fallaría porque todo el mundo acudiría a pedir su dinero, así que acordaron formar su propia alianza secreta.

Cada uno volvió a su propia ciudad y comenzó a operar como Fabián les había enseñado.

La gente ahora aceptaba los recibos como si fueran oro y muchos de éstos fueron depositados para mantenerlos seguros de la misma manera que las monedas. Cuando un comerciante deseaba pagar a otro las mercancías, él escribía simplemente una nota corta dirigida a Fabián en la que le mandaba transferir el dinero de su cuenta a la del segundo comerciante. Esto le llevaba a Fabián solamente unos minutos, lo que tardaba en ajustar los números en el libro.

Este nuevo sistema llegó a ser muy popular y las notas con la instrucción de transferencia fueron llamadas "cheques".

Una noche muy tarde los orfebres tuvieron otra reunión secreta y Fabián les reveló un nuevo plan. Convocaron el día siguiente una reunión con todos los gobernadores y Fabian comenzó a hablar: "los recibos que nosotros emitimos han llegado a ser muy populares. Sin duda, la mayoría de ustedes los están utilizando y los encuentran muy convenientes". Los gobernadores asintieron. Estaban de acuerdo, pero se preguntaban cuál era el problema. "Bien", continuó Fabián, "algunos recibos está siendo copiados por falsificadores. Esta práctica se debe parar".

Los gobernadores se alarmaron. "¿Qué podemos hacer?", preguntaron. Fabián contestó, "mi sugerencia es que sea el gobierno quien acometa el trabajo de imprimir nuevas notas en un papel especial con diseños muy intrincados y cada nota se firmará por el gobernador principal. Las notas las llamaremos "billetes". Los orfebres estaremos conformes con pagar los costos de la impresión, pues nos ahorrará mucho del tiempo que pasamos escribiendo nuestros recibos". Los gobernadores razonaron y dijeron: "bien, es nuestro trabajo proteger a la gente contra los falsificadores y su consejo parece ciertamente una buena idea. "Acordaron entonces imprimir los llamados "billetes".

"En segundo lugar" dijo Fabian, "algunas personas han hecho excavaciones y estan haciendo sus propias monedas de oro. Sugiero que emitan una LEY, para que cualquier persona que encuentre pepitas de oro deba entregarlas. Por supuesto, será pagado con billetes y monedas".

La idea sonaba bien y sin pensarlo mucho, imprimieron una gran cantidad de nuevos y flamantes biletes. Cada billete tenía un valor impreso sobre él con valores de $1, $2, $5, $10 etc. Los pequeños costos de impresion fueron pagados por los orfebres.

Los billetes eran mucho mas fáciles de transportar y rapidamente fueron aceptados por la gente. A pesar de su popularidad, estos billetes eran usados sólo para el 10% de las transacciones. Los registros mostraban que el sistema de cheques era usado para el 90% de todos los negocios.

La siguiente etapa del plan comenzó. Hasta ahora, La gente le estaba pagando a Fabián por guardar su dinero. Para atraer mas dinero a la caja fuerte Fabián se ofrecio a pagar a los depositantes un 3% de interes sobre los depósitos.

La mayoría de la gente creía que él estaba prestando ese dinero a los deudores al 5%, y su ganacia era el 2% de diferencia. Además, la gente no le preguntó mucho porque obtener el 3% era mucho mejor que estar pagando para depositar el dinero en lugar seguro.

La cantidad de ahorros creció y con el dinero adicional llegando a las bóvedas, Fabián pudo prestar $200, $300, $400 y hasta $900 por cada $100 en biletes y monedas que mantenia en depósito. Símplemente debía ser cuidadoso de no exceder este factor de 9 a 1, ya que en promedio una persona de cada diez le venían a retirar el depósito para usar su dinero. De no haber suficiente dinero disponible cuando alguien se lo hubiera requirido la gente habría comenzado a sospechar, ya que las libretas de depósito mostraban exactamente cuanto habían depositado.

Mas allá de esto, sobre los $900 en asientos contables que Fabian había prestado escribiendo cheques él mismo, podía demandar hasta $45 de interés, (45=5% de 900). Cuando el préstamo más los intereses eran devueltos ($945), los $900 se cancelaban en la columna de debitos y Fabian se guardaba los $45 de interés. Por lo tanto, él estaba más que contento de pagar $3 de interes sobre los $100 depositados originalmente, los cuales nunca habían salido de la caja fuerte. Esto significaba que por cada $100 que mantenía en depósito era posible obtener un 42% de ganancia, mientras la mayoría de la gente pensaba que el sólo ganaba el 2%. Los otros orfebres estaban haciendo exactamente lo mismo. Creaban dinero de la nada sólo con su firma en un cheque, y encima le cargaban interes para su beneficio.

Es cierto, ellos no estaba haciendo billetes, el Gobierno imprimía los billetes y se los entregaba a los orfebres para distribuír. El único gasto de Fabian era el pequeño costo de impresión. Sin embargo, ellos estaban creado dinero de "crédito", que salia de la nada y le cargaban intereses encima. La mayoria de la gente creía que la provision de dinero era una operación del Gobierno. También creían que Fabian estaba prestando el dinero que alguien mas había depositado, pero había algo extraño: ningún depósito decrecía cuando Fabian entregaba un préstamo. Si todos hubieran tratado de retirar sus depósitos al mismo tiempo, el fraude hubiera sido descubierto.

No había problemas si alguien pedía un prestamo en monedas o billetes. Fabian simplemente le explicaba al Gobierno que el incremento de la población y de la producción requería mas billetes, y los obtenía a cambio del pequeño costo de impresión.

Un día, un hombre que solía pensar mucho fue a ver a Fabían. "Esta carga del interes está mal", le dijo. "Por cada $100 que usted presta, está pidiendo $105 en devolución. Los $5 extra no pueden ser pagados nunca ya que no existen.

Muchos granjeros producen comida, muchos industriales producen bienes y así todos los demás. Pero sólo usted produce dinero. Suponga que existimos sólo dos empresarios en todo el país, y que nosotros empleamos al resto de la población. Le pedimos prestado $100 cada uno, pagamos $90 en salarios y gastos y nos quedamos con $10 de ganacia (nuestro salario). Eso significa que el poder adquisitivo total, de toda la población, es $90 + $10 multiplicado por dos. Es decir, $200. Pero para pagarle a usted debemos vender toda nuestra producción por $210. Si uno de nosotros tiene éxito y vende todo lo que produce por $105 el otro hombre sólo puede obtener $95 (si el poder adquisitivo total es $205 y uno de los empresarios vende $105 e evidente que sólo quedan $95 en manos de la gente para comprarle las mercancías al otro empresario. Además, el resto de los bienes no puede ser vendido porque no queda más dinero en manos de los consumidores para comprarlos.

Así que, finalmente, vendiendo por $95 el segundo empresario todavía le deberá a usted $10 y sólo podrá pagarle pidiendo más prestado. Este sistema es imposible."

El hombre continuó, "Seguramente usted debería emitir $105, esto es 100 para mi y 5 para que gaste usted. De esta manera habría $105 en circulación y la deuda puede ser pagada".

Fabian escuchó en silencio y finalmente dijo: "La Economía Financiera es un tema muy profundo amigo, lleva muchos años de estudio. Déjeme a mí preocuparme de estos asuntos y usted preocúpese de los suyos. Vuélvase más eficiente, incremente su producción, baje sus gastos y conviértase en un mejor empresario. Siempre estaré dispuesto a ayudarle en esos asuntos."

El hombre su fue sin estar convencido. Había algo que funcionaba mal en las operaciones de Fabián y veía que su pregunta había sido contestada con evasivas.

Sin embargo, la mayoría de la gente respetaba la palabra de Fabian: "él es el experto, los otros deben estar equivocados. Miren como se desarrolló el país, cómo se incrementó nuestra producción - mejor dejemos que él maneje estos temas."

Para pagar los intereses sobre los préstamos que habían pedido, los comerciantes tuvieron que elevar sus precios. Los asalariados se quejaron de que los sueldos eran muy bajos (al subir los precios podían comprar menos bienes con su salario). Los empresarios se negaron a pagar mayores salarios diciendo que en caso contrario quebrarían y ellos perderían sus empleos. Los granjeros no podían obtener precios justos por su producción. Las amas de casa se quejaban de que los alimentos estaban muy caros.

Finalmente algunas personas se declararon en "huelga", algo de lo que nunca se habia oído hablar antes. Otros habían sido golpeados por la pobreza y sus amigos y parientes no tenían dinero para ayudarlos. La mayoría había olvidado la riqueza real que había antes a su alrededor, las tierras fértiles, los grandes bosques, los minerales y el ganado. Sólo podían pensar en el dinero, que simpre parecía faltar. Pero nunca cuestionaron el sistema bancario. Ellos creían que el gobierno lo manejaba.

Unos pocos habían juntado su dinero y formaron compañías de préstamos o "companías financieras". La gente podía obtener el 6% o más, mejor que el 3% de Fabian, pero solo podían prestar el dinero que poseían - no tenían el poder de crear dinero de la nada simplemente escribiendo asientos contables en un libro.

Estas companías financieras preocuparon a Fabián y a sus amigos. Así que rapidamente formaron sus propias compañías. En la mayoría de los casos compraron a las otras companías antes de que se pusieran en marcha. En poco tiempo, todas las companías financieras les pertenecían o estaban controladas por ellos.

La situacion económica empeoró. Los asalariados estaban seguros de que los patrones estaban teniendo mucha ganancia. Los patrones decían que los trabajadores eran muy vagos y no estaban haciendo honestamente su jornada laboral, y cada uno culpaba a su vecino. Los Gobernantes no pudieron encontrar una respuesta y además el problema inmediato comenzó a ser cómo combatir la pobreza.

El Gobinero emprendió entonces la creación de redes de beneficencia e hicieron leyes forzando a la gente a contribuír en ellos. Esto hizo enojar a mucha gente, que creían en la vieja idea de ayudar al vecino voluntariamente.

"Estas leyes no son más que un robo legalizado. Sacarle algo a una persona, contra su voluntad, mas allá del propósito para el cual se usará, no es diferente de robar."

Pero cada hombre se sentía indefenso y temía ir a la cárcel si no pagaba. Estos esquemas de beneficencia dieron algún alivio en principio, pero al cabo del tiempo el problema de la pobreza se agravó nuevamente y se hizo necesario más dinero para la beneficencia. El costo se elevó más y más y el tamaño del Gobierno creció.

La mayoría de los gobernantes eran hombres sinceros tratando de hacer las cosas lo mejor posible. A ellos no les gustaba pedir más dinero de su pueblo (aumentar impuestos) así que finalmente no tuvieron más remedio que pedir prestado a Fabián y a sus amigos. No tenían ni idea cómo iban a devolverlo. Pero la situación empeoraba. Los padres ya no podían pagar a los maestros. Tampoco doctores y las empresas de transporte estaban quebrando.

Uno por uno, Los diferentes gobiernos se vieron forzados a tomar estos servicios por su cuenta. Maestros, doctores y muchos otros se convirtieron en servidores públicos.

Muy pocos estaban satisfechos de su trabajo en el Estado. Recibían un salario razonable, pero perdieron su identidad. Se convirtieron en pequeños engranajes de una maquinaria gigantesca.

No había espacio para la iniciativa personal, muy poco reconocimiento para el esfuerzo, sus ingresos eran fijos y sólo se ascendía cuando un superior se retiraba o moría.

Deseperados, los gobernantes decidieron pedir el consejo de Fabián. Lo consideraban muy sabio y parecía saber cómo resolver asuntos de dinero. Fabián escuchó todos sus problemas y finalmente respondió: "mucha gente no puede resolver sus problemas por sí mismos, necesitan a alguien que lo haga por ellos. Seguramente ustedes estarán de acuerdo en que la mayoría de la gente tiene derecho a ser feliz y a ser provista con lo básico para vivir. Uno de nuestros grandes dichos es 'todos los hombres son iguales' ¿No es cierto?"

Bien, la única manera de balancear las cosas es tomar el exceso de riqueza de los ricos y darla a los pobres. Introduzcan un sistema de impuestos. Cuanto más tenga un hombre más deberá pagar. Recojan los impuestos de cada persona según su capacidad y den a cada uno según su necesidad. Las escuelas y los hospitales deben ser gratuitas para los que no puedan permitírselos".

Él les dio una larga charla sobre grandes ideales y acabó diciendo: "Oh, a propósito, no se olviden que me deben dinero . Han estado pidiendo prestado por mucho tiempo. Lo menos que puedo hacer para ayudar es, como una atención para ustedes, que sólo me paguen el interés. Dejaremos el capital como deuda. Sólo paguen el interés."

Salieron y, sin hacer mucho análisis sobre las filosofías de Fabián, introdujeron el impuesto graduado sobre la renta - cuanto más ganaba alguien más alta era su imposición fiscal. A nadie le gustó esto, pero o pagaban los impuestos o iban a la cárcel.

Los nuevos impuestos forzaron a los comerciantes nuevamente a subir sus precios. Los asalariados exigieron salarios más altos, lo que causó que muchas empresas cerraran o que sustituyeran hombres por maquinaria. Esto causó desempleo adicional y forzó al gobierno a introducir más esquemas de beneficencia y más seguros de desempleo.

Se fijaron tarifas y se implementaron otros mecanismos de protección para resguardar algunas industrias y que se mantuvieran dando empleo. Algunas personas se preguntaban si el propósito de la producción era producir mercancías o simplemente proporcionar empleo.

Mientras las cosas se ponían peores, intentaron el control del salario, el control de los precios y toda clase de controles. El gobierno intentó conseguir más dinero con un impuesto a las ventas, aportes patronales, aportes salariales y toda clase de impuestos. Alguien observó que en el camino desde la cosecha del trigo hasta la mesa de los hogares, había cerca de 50 impuestos sobre el pan.

Los "expertos" se presentaron y algunos fueron elegidos para gobernar, pero después de cada reunión anual aparecían sin soluciones, a excepción de la noticia de que los impuestos debían ser "reestructurados". Pero siempre, después de las reestrucutraciones, la suma total de impuestos aumentaba.

Fabián comenzó a exigir sus pagos de interés, y una porción más grande y más grande del dinero de los impuestos era necesaria para pagarlo.

Entonces vino la política partidaria - la gente discutía sobre qué partido político podría solucionar lo mejor posible sus problemas. Discutieron sobre las personalidades, el idealismo, los slogans, todo excepto el problema real. Los consejos deliberantes estaban enfrascados en problemas futiles.

En una ciudad el interés de la deuda excedió la cantidad de impuestos que se recaudaron en un año. En todo el país el interés sin pagar siguió aumentando. Se cargó interés sobre el interés sin pagar.

Gradualmente, mucha de la riqueza real del país fue comprada o controlada por Fabián y sus amigos y con ello vino mayor control sobre la gente. Sin embargo, el control no era todavía completo. Sabían que la situación no sería segura hasta que cada persona fuera controlada.

La mayoría de la gente que se oponía al sistema era silenciada por presión financiera o sufría el ridículo público. Para lograr esto, Fabián y sus amigos compraron la mayoría de los periódicos, T.V. y las estaciones de radio. Y seleccionaron cuidadosamente a la gente para operarlas, que a su vez seleccionaba cuidadosamente al resto de sus empleados. Muchas de estas personas tenían un deseo sincero de mejorar el mundo, pero nunca se dieron cuenta cómo los estaban utilizando. Sus soluciones se ocupaban siempre de los efectos del problema, pero nunca acertaban con la causa.

Había varios periódicos - uno para el ala derecha y otro para el ala izquierda, uno para los trabajadores y otro para los empresarios.. No importaba mucho en cual creyera la gente siempre y cuando no pensara en el problema real.

El plan de Fabián casi estaba llegando a su fin, pues el país entero le debía dinero. Con la educación y los medios, él tenía el control de las mentes de la gente. Podían pensar y creer solamente lo que él deseaba que pensaran. Los medios fijaban los temas y los debates.

Una vez que un hombre tiene mucho más dinero que el que puede gastar para sus placeres, ¿qué desafío queda para excitarlo? Para aquellos con una mentalidad de clase dominante, la respuesta es el poder, poder puro y completo sobre otros seres humanos. Colocaron idealistas en los medios de comunicación y en el gobierno, pero los controladores reales que Fabián buscaba eran los que tenían mentalidad de clase dominante.

La mayoría de los orfebres se habían dirgido por este camino. Conocían la sensación de gran abundancia, pero ya no los satisfacía. Necesitaban desafíos y emoción y el poder sobre las masas se convirtió en el gran juego.

Creyeron que eran superiores a todos los demás. "Es nuestro derecho y nuestro deber gobernar. Las masas no saben qué es bueno para ellos. Necesitan ser dirigidos y organizados. Gobernar es nuestro derecho de nacimiento."

A través del país Fabian y sus amigos poseían muchas oficinas de préstamos. Es cierto que eran de propiedad privada y de diferentes dueños. En teoría estaban en competencia unos con otros, pero en realidad trabajaban juntos. Después de persuadir a algunos de los gobernadores, instalaron una institución que llamaron La Reserva Central de Dinero. Ni siquiera usaron su propio dinero para hacer esto, pues crearon crédito contra una parte de los depósitos de los ahorros de la gente.

Esta institución parecía regular la fuente del dinero y ser una institución perteneciente al gobierno, pero extrañamente no se permitió a ningún gobernador o servidor público ingresar en la Junta Directiva.

El gobierno dejó de pedir prestado directamente de Fabián, pero comenzó a utilizar un sistema de Bonos contra la Reserva Central de Dinero. La garantía ofrecida era el rédito estimado de los impuestos del año próximo. Esto estaba en línea con el plan de Fabián: alejar las sospechas de su persona y dirigir la atención hacia una aparente institución del gobierno. Detrás de la escena, él todavía estaba en control.

Indirectamente, Fabián tenía tal control sobre el gobierno que ellos estaban obligados a seguir sus instrucciones. Él solia jactarse: "déjenme controlar el dinero de una nación y no me importa quién haga sus leyes". No importaba mucho qué partido fuera elegido para gobernar. Fabian tenía el control del dinero, la sangre vital de la nación.

El gobierno obtuvo el dinero, pero el interés fue cargado siempre en cada préstamo. Más y más se gastaba en esquemas de beneficencia y en seguros de desempleo, y no pasó mucho tiempo antes de que el gobierno encontrara difícil incluso pagar el interés, sin hablar del capital.

Pero todavía había gente que se preguntaba: "El dinero es un sistema hecho por el hombre. Seguramente puede ser ajustado para ponerlo al servicio de la gente y no que la gente este al servicio del dinero". Pero cada vez había menos personas que se hacían esta pregunta y sus voces se perdieron en el loca búsqueda del dinero inexistente para pagar el interés.

Los gobiernos cambiaron, los partidos políticos cambiaron, pero las políticas de base continuaban. Sin importar qué gobierno estaba en el "poder", la meta final de Fabián se acercaba más y más cada año. Las políticas de la gente no significaban nada. La gente pagaba impuestos al límite, no podían pagar más. Maduraba el momento para el movimiento final de Fabian.

10% del dinero todavía estaba en forma de billetes y monedas. Esto tenía que ser suprimido de manera tal que no despertara sospechas. Mientras la gente utilizara efectivo estaría libre siempre para comprar y vender como quisiera. La gente todavía tenía cierto control sobre sus propias vidas.

Como no era siempre seguro llevar billetes y monedas y además los cheques no eran aceptados fuera del país se tuvo que buscar un sistema más conveniente. Fabián tenía de nuevo la respuesta. Su organización le dió a cada uno una tarjeta plástica que mostraba el nombre de la persona, la fotografía y un número de identificación.

En cualquier lugar donde esta tarjeta fuera presentada el comerciante telefoneaba a la computadora central para controlar el crédito. Si tenía crédito la persona podía comprar lo que desease, hasta cierta cantidad.

Al principio, a la gente se le permitió gastar una cantidad pequeña en crédito y si esto se pagaba dentro del mismo mes no se cobraba ningún interés. Esto estaba muy bien para el asalariado, pero ¿qué pasaría con los empresarios?. Ellos tenian que instalar maquinaria, fabricar las mercancías, pagar los salarios, vender todas sus mercancías y además pagar el crédito. Si se excedían un mes, lo cargaban con un 1,5% por cada mes que la deuda era debida. Esto ascendía al 18% por año.

Los empresarios no tenían ninguna opción mas que agregar el 18% sobre el precio de venta. Pero todo este dinero o crédito adicional (el 18%) no había sido prestado a nadie (no estaba en circulación). En todo el país los empresarios tenían la imposible tarea de pagar $118 por cada $100 que pidieron prestados. Pero los $18 adicionales nunca habían sido creados en el sistema. No existían.

Fabian y sus amigos aumentaron aún más su posición social. Eran mirados como pilares de respetabilidad. Sus declaraciones en finanzas y en economía eran aceptadas con convicción casi religiosa.

Bajo la carga de impuestos cada vez más altos, muchas pequeñas empresas se derrumbaron. Se necesitaban licencias especiales para hacer varios tipos de operaciones, de modo que las empresas restantes encontraran muy difícil participar. Fabián poseía y controlaba todas las compañías grandes que tenían centenares de subsidiarias. Éstos parecían estar en competencia unos con otros, sin embargo Fabián los controlaba a todos. Eventualmente, todos los otros competidores fueron forzados a cerrar. Los plomeros, los carpinteros, los electricistas y la mayoría de las industrias pequeñas sufrieron el mismo destino. Fueron tragados por las compañías gigantes de Fabián que tenían protección del gobierno.

Fabian quería que las tarjetas plásticas reemplazaran a los billetes y las monedas. Su plan era que cuando todos los billetes fueran retirados, sólo los negocios que usaran el sistema de tarjeta contra la computadora central podrían funcionar.

Él planeó que eventualmente alguna gente perdería sus tarjetas y estaría entonces imposibilitada de comprar o vender nada hasta que que se hiciera una prueba de identidad. El quería imponer una ley, que le diera el control total, una ley que obligara a todos a tener su número de identificación tatuado en la mano. El número sería visible sólo bajo una luz especial, conectada a una computadora. Cada computadora estaría conectada a la computadora central gigante y así Fabián podría saber todo sobre todos.

© Copyright Larry Hannigan, 1971 Australia, & Stephanie Relfe. Se permite distribuir esta historia por cualquier medio.

jueves, 17 de diciembre de 2009

¡Ahora yo me voy solo, discípulos míos!


"¡Ahora yo me voy solo, discípulos míos! ¡También vosotros os vais ahora solos! Así lo quiero yo.

En verdad, éste es mi consejo: ¡Alejaos de mí y guardaos de Zaratustra! Y aún mejor: ¡avergonzaos de él! Tal vez os ha engañado.

El hombre del conocimiento no sólo debe saber amar a sus enemigos, tiene también que saber odiar a sus amigos.

Se recompensa mal a un maestro si se permanece siempre discípulo. ¿Y por qué no vais a deshojar vosotros mi corona?

Vosotros me veneráis: pero ¿qué ocurriría si un día vuestra veneración se derrumba? ¡Cuidad de que no os aplaste una estatua!

¿Decís que no creéis en Zaratustra? ¡Más que importa Zaratustra! Vosotros sois mis creyentes, mas ¡qué importan todos los creyentes!

No os habéis buscado aún a vosotros: entonces me encontrasteis. Así hacen todos los creyentes: por eso vale tan poco toda fe.

Ahora os ordeno que perdáis y que os encontréis a vosotros; y sólo cuando todos hayáis renegado de mí, volveré entre vosotros..."

De los trasmundanos


En otro tiempo también Zaratustra proyectó su ilusión más allá del hombre, lo mismo que todos los trasmundanos. Obra de un dios sufriente y atormentado me parecía entonces el mundo. 

Sueño me parecía entonces el mundo, e invención poética de un dios; humo coloreado ante los ojos de un ser divinamente insatisfecho. 

Bien y mal, y placer y dolor, y yo y tú - humo coloreado me parecía todo eso ante ojos creadores. El creador quiso apartar la vista de sí mismo, - entonces creó el mundo. 

Ebrio placer es, para quien sufre, apartar la vista de su sufrimiento y perderse a sí mismo. Ebrio placer y un perdersea-sí-mismo me pareció en otro tiempo el mundo. 

Este mundo, eternamente imperfecto, imagen, e imagen imperfecta, de una contradicción eterna - un ebrio placer para su imperfecto creador: - así me pareció en otro tiempo el mundo Y así también yo proyecté en otro tiempo mi ilusión más allá del hombre, lo mismo que todos los trasmundanos. ¿Más allá del hombre, en verdad? ¡Ay, hermanos, ese dios que yo creé era obra humana y demencia humana, como todos los dioses! Hombre era, y nada más que un pobre fragmento de hombre y de yo: de mi propia ceniza y de mi propia brasa surgió ese fantasma, y, ¡en verdad!, ¡no vino a mí desde el más allá! 

¿Qué ocurrió, hermanos míos? Yo me superé a mí mismo, al ser que sufría, yo llevé mi ceniza a la montaña, inventé para mí una llama más luminosa. ¡Y he aquí que el fantasma se me desvaneció! 

Sufrimiento sería ahora para mí, y tormento para el curado, creer en tales fantasmas: sufrimiento sería ahora para mí, y humillación. Así hablo yo a los trasmundanos. 

Sufrimiento fue, e impotencia, - lo que creó todos los trasmundos; y aquella breve demencia de la felicidad que sólo experimenta el que más sufre de todos. 

Fatiga, que de un solo salto quiere llegar al final, de un salto mortal, una pobre fatiga ignorante, que ya no quiere ni querer: ella fue la que creó todos los dioses y todos los trasmundos. 

¡Creedme, hermanos míos! Fue el cuerpo el que desesperó del cuerpo, - con los dedos del espíritu trastornado palpaba las últimas paredes. 

¡Creedme, hermanos míos! Fue el cuerpo el que desesperó de la tierra, - oyó que el vientre del ser le hablaba. 

Y entonces quiso meter la cabeza a través de las últimas paredes, y no sólo la cabeza, - quiso pasar a «aquel mundo». Pero «aquel mundo» está bien oculto a los ojos del hombre, aquel inhumano mundo deshumanizado, que es una nada celeste; y el vientre del ser no habla en modo alguno al hombre, a no ser en forma de hombre. 

En verdad, todo «ser» es difícil de demostrar, y difícil resulta hacerlo hablar. Decidme, hermanos míos, ¿no es acaso la más extravagante de todas las cosas la mejor demostrada? Sí, este yo y la contradicción y confusión del yo continúan hablando acerca de su ser del modo más honesto, este yo que crea, que quiere, que valora, y que es la medida y el valor de las cosas. 

Y este ser honestísimo, el yo - habla del cuerpo, y continúa queriendo el cuerpo, aun cuando poetice y fantasee y revolotee de un lado para otro con rotas alas. El yo aprende a hablar con mayor honestidad cada vez: y cuanto más aprende, tantas más palabras y honores encuentra para el cuerpo y la tierra. 

Mi yo me ha enseñado un nuevo orgullo, y yo se lo enseño a los hombres: ¡a dejar de esconder la cabeza en la arena de las cosas celestes, y a llevarla libremente, una cabeza terrena, la cual es la que crea el sentido de la tierra! 

Una nueva voluntad enseño yo a los hombres: ¡querer ese camino que el hombre ha recorrido a ciegas, y llamarlo bueno y no volver a salirse a hurtadillas de él, como hacen los enfermos y moribundos! 

Enfermos y moribundos eran los que despreciaron el cuerpo y la tierra y los que inventaron las cosas celestes y las gotas de sangre redentoras: ¡pero incluso estos dulces y sombríos venenos los tomaron del cuerpo y de la tierra! De su miseria querían escapar, y las estrellas les parecían demasiado lejanas. Entonces suspiraron: «¡Oh, si hubiese caminos celestes para deslizarse furtivamente en otro ser y en otra felicidad!» - ¡entonces se inventaron sus caminos furtivos y sus pequeños brebajes de sangre!. 

Entonces estos ingratos se imaginaron estar sustraídos a su cuerpo y a esta tierra. Sin embargo, ¿a quién debían las convulsiones y delicias de su éxtasis? A su cuerpo y a esta tierra. 

Indulgente es Zaratustra con los enfermos. En verdad, no se enoja con sus especies de consuelo y de ingratitud. ¡Que se transformen en convalecientes y en superadores, y que se creen un cuerpo superior! 

Tampoco se enoja Zaratustra con el convaleciente si éste mira con delicadeza hacia su ilusión y a medianoche se desliza furtivamente en torno a la tumba de su dios: mas enfermedad y cuerpo enfermo continúan siendo para mí también sus lágrimas. 

Mucho pueblo enfermo ha habido siempre entre quienes poetizan y tienen la manía de los dioses; odian con furia al hombre del conocimiento y a aquella virtud, la más joven de todas, que se llama: honestidad. 

Vuelven siempre la vista hacia tiempos oscuros: entonces, ciertamente, ilusión y fe eran cosas distintas; el delirio de la razón era semejanza con Dios, y la duda era pecado. 

Demasiado bien conozco a estos hombres semejantes a Dios: quieren que se crea en ellos, y que la duda sea pecado. Demasiado bien sé igualmente qué es aquello en lo que más creen ellos mismos.

En verdad, no en trasmundos ni en gotas de sangre redentora: sino que es en el cuerpo en lo que más creen, y su propio cuerpo es para ellos su cosa en sí. 

Pero cosa enfermiza es para ellos el cuerpo: y con gusto escaparían de él. Por eso escuchan a los predicadores de la muerte, y ellos mismos predican trasmundos. 

Es mejor que oigáis, hermanos míos, la voz del cuerpo sano: es ésta una voz más honesta y más pura. 

Con más honestidad y con más pureza habla el cuerpo sano, el cuerpo perfecto y cuadrado: y habla del sentido de la tierra. 

Así habló Zaratustra.

Las 9 respuestas de un sabio


1. Qué es lo más antiguo?

Respuesta: Dios, porque siempre ha existido.

 

2. Qué es lo más bello?

Respuesta: El Universo, porque es obra de Dios.

 

3. Cuál es la mayor de todas las cosas?

Respuesta: El Espacio, porque contiene todo lo creado.

 

4. Qué es lo más constante?

Respuesta: La Esperanza, porque permanece en el hombre después de que lo ha perdido todo.

 

5. Cuál es la mejor de todas las cosas?

Respuesta: La Virtud, porque sin ella no existiría nada bueno.

 

6. Cuál es la más rápida de todas las cosas?

Respuesta: El Pensamiento, porque en menos de 1 minuto nos permite volar hasta los confines del universo.

 

7. Cuál es la más fuerte de todas las cosas?

Respuesta: La necesidad, porque es con lo que el hombre enfrenta todos los peligros de la vida.

 

8. Cuál es la más fácil de todas las cosas?

Respuesta: Dar Consejos.

 

...Pero cuando llegó a la novena pregunta, El sabio de Mileto dio una respuesta tan inesperada, que a su interlocutor sofista le pareció paradójica

 

9. Cuál es la más difícil de todas las cosas?

El sabio de Mileto respondió: Conocerse a sí mismo.

jueves, 10 de diciembre de 2009

La Humildad

La humildad no es una virtud reconocida como tal en todos los sistemas filosóficos. Más aún, en no pocas filosofías se le ha cuestionado hasta el punto de considerarla un vicio en la medida en que representaría una debilidad para afirmar el propio ser.

Como en todo, la verdad es muy simple, una única virtud puede llevarnos al vicio, y por ello, todas y cada una de ellas tienen que ir acompañadas de sus hermanas mayores y en muchos casos de las menores. Desde la perspectiva de la evolución espiritual (y en cada ocasión concreta acompañada de las otras herramientas universales que correspondan) la humildad es una virtud de realismo, pues consiste en ser conscientes de nuestras limitaciones e insuficiencias y en actuar de acuerdo con tal conciencia. Más exactamente, la humildad es la sabiduría de lo que somos. Es decir, es la sabiduría de aceptar nuestro nivel real evolutivo.

Ninguno de los grandes filósofos griegos (Sócrates, Platón ni Aristóteles) elogió la humildad como una virtud digna de practicarse, ya que nunca llegaron a desarrollar un concepto de Dios lo suficientemente rico para poner de manifiesto la pequeñez del ser humano. En Occidente, es sólo a partir del advenimiento del cristianismo que esta virtud llegar a ser considerada el fundamento imprescindible de toda moral cristiana. Es por ello que para Nietzsche, que no comulgaba precisamente con dicha doctrina, la humildad no puede significar más que una bajeza, una debilidad de instintos propia de quien actúa inspirado por una moral de esclavos. Para su idea moral del superhombre, en cambio, a la sombra de la humildad hay que oponer la claridad de la altivez, tan alabada por los griegos y desde luego, por Nietzsche. La verdad de este dilema, sin duda, se encuentra en nuestro interior. Sin embargo, la filosofía de Oriente, que ha alcanzado un desarrollo espiritual mucho más significativo que la de Occidente, nunca dudó en asignarle un papel relevante dentro de las virtudes del sabio. Así, los verdaderos maestros de la sabiduría mística del Oriente ascendieron a sus más altos niveles de conciencia trascendiendo su ego, transformándose en seres universales al fundirse con el río del mundo. Pero para todos ellos los primeros peldaños del sendero estuvieron hechos de humildad.

Más aún, la humildad es requisito indispensable del verdadero aprendiz, del verdadero discípulo, pues mucha de la disciplina de éste deberá estar basada en la conciencia de lo limitado de su conocimiento para precisamente, en razón de esta carencia, buscar activamente llenarse de él, ya sea a través de los maestros, del impulso a la meditación, del diálogo con sus semejantes o de la investigación personal. La mente humilde es receptiva por naturaleza y por lo mismo es la que mejor está dispuesta a escuchar y a aprender. En el caso opuesto está la mente arrogante que por saber mucho de algún tema se cree capaz de discernir asuntos sobre los cuales no conoce ni los principios más básicos, creyendo estar preparada para emitir juicios válidos sobre cosas de las que no tiene ni la más remota idea. En esta carencia de reconocimiento de los límites de su conocimiento, el arrogante construye su ilusión de ser más importante que los demás. Habitualmente el arrogante incurre en la crítica destructiva que sólo puede conducir al territorio de las hostilidades, pero que no ayuda a nadie.

El verdadero humilde considera siempre que las experiencias de la vida son posibilidades abiertas para aprender cada vez más. En su comprensión considera que el camino de la sabiduría es casi infinito, por lo cual, no corresponde en ninguna etapa de nuestro desenvolvimiento presumir de sabios o eruditos. La humildad como conciencia de nuestra falibilidad esencial nos hace más fácil la tarea de reconocer nuestros errores, fundamento de nuestros ulteriores perfeccionamientos. Mientras el soberbio pierde su tiempo criticando o intentando impresionar a los demás, el humilde sigue rectilíneo su camino de progresión espiritual, sin temer recurrir a la ayuda o a la orientación de quienes están más avanzados en el sendero.

Ser humilde es permitir que cada experiencia te enseñe algo y desde ahí, desaparecen miedos y sufrimientos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

SANTO TOMAS DE AQUINO (1225-1274)


Nació en la ciudad de Aquino, entre Roma y Nápoles. Trabajó como profesor de filosofía en la universidad de Paris. Fue uno de los que intentó unir la filosofía de Aristóteles y el cristianismo, creo la gran síntesis entre la fe y el saber.

Lo que quiso mostrar es que solamente existe una sola verdad; creía que basándose en la filosofía de Aristóteles sé podía comprobar la existencia de Dios.

Tomas de Aquino sigue las teorías aristotélicas, por ello se dice que es el "Aristóteles cristiano" o bien por que el bautizó a Aristóteles.

Hay dos clases de conocimiento, el de los sentidos y el de la razón; pero como todo conocimiento procede de la experiencia, entonces el sensible precede a la razón. El objeto del conocimiento sensible son las cualidades sensibles, o sea aquellas que de alguna manera, están sustentadas en la materia. El conocimiento intelectual por el contrario recae sobre las esencias o formas abstraídas de la materia.

Al hombre, Tomas de Aquino lo define como un compuesto sustancial de cuerpo y alma. El alma es principio de animación y especificación. El cuerpo es principio de individuación. El alma es simple, inmaterial e incorruptible y tiene su origen por la creación divina. En el hombre no hay tres almas, sino solo una, la cual es racional (formalmente) pero potencialmente también sensitiva y vegetativa. El alma está dotada de entendimiento y voluntad, que tienen como tendencia natural la verdad y el bien, respectivamente.

Según santo Tomas la naturaleza del hombre está constituida por alma y cuerpo. El hombre no es solo alma; el cuerpo forma también parte de su esencia, ya que, además de entender, siente, y sentir no es una operación del alma sola. El alma es (según la teoría aristotélica) el acto del cuerpo: es la forma, el principio vital que hace que el hombre conozca y se mueva: en éste sentida es sustancia, es decir, subsiste por su cuenta.

El hombre solo subsiste la forma intelectiva del alma, que también desempeña las funciones vegetativa y sensitiva. En general, la forma superior puede desempeñar siempre las funciones de las formas inferiores; y así, en los animales el alma sensitiva cumple también la función vegetativa, mientras en las plantas solo subsiste la vegetativa, con ello Santo Tomas rechaza el principio anunciado por Avicena seguido por el agustinismo de que en cada compuesto permanecen las formas de los elementos que los componen, y que por ello en el alma humana subsisten, junto a la forma intelectiva las otras también. Según Santo Tomas formas diversas solo puede coexistir en diferentes partes del espacio; Pero así están yuxtapuestas, y no fundidas y no constituyen un verdadero compuesto como resultante de la fusión de sus elementos. Como forma pura el alma inmortal y la materia puede corromperse, porque la forma (que es acto, es decir, existencia), puede separarse de ella, pero es imposible que el alma se separe de sí, por lo tanto es imposible que se corrompa.

LA CONCEPCIÓN DEL ALMA DE ARISTOTELES


Platón fue el primero que quiso demostrar el carácter inmaterial del alma como garantía de su inmortalidad; según él existe una unión entre el alma y el cuerpo; articulada en funciones diversas. Para Aristóteles el alma no puede subsistir sin un cuerpo. En pocas palabras el alma no es esa exiliada de que habla Platón, encerrada en un cuerpo con la nostalgia de despojarse para siempre de el; es ella la que asegura la armonía funcional de las funciones vitales. 

EL ALMA COMO FORMA DEL CUERPO:

El ser humano no esta constituido por un alma y un cuerpo en dos entidades yuxtapuestas, Aristóteles define el alma:"La entelequia primera de un cuerpo natural que tiene la vida en potencia" , principio en movimiento, de crecimiento, de generación, unifica todas sus funciones , sin exceptuar las operaciones de la sensibilidad y del entendimiento.

El alma es una sustancia que informa y vivifica a un determinado cuerpo. Es definida como "el acto primero de un cuerpo que tiene la vida en potencia ". El alma es al cuerpo lo que el acto de la visión al órgano visual; es la realización final de la capacidad propia de un cuerpo orgánico. Así como cada instrumento tiene una función propia, que es el acto o actividad del instrumento (verbigracia, la función del hacha es cortar), así el cuerpo como instrumento tiene la vida y el pensamiento como función; y el acto de esta función es el alma.

Aristóteles distingue tres funciones fundamentales del alma:

a) la función vegetativa, es decir la potencia nutritiva y reproductiva, propia de todos los seres vivientes, empezando por las plantas;

b) la función sensitiva, que comprende la sensibilidad y el movimiento y es propia de los animales y del hombre;

c) la función intelectiva, propia del hombre. Las funciones superiores pueden sustituir a las funciones inferiores; pero no viceversa; así en el hombre el alma intelectiva cumple también las funciones que son verificadas por la sensitiva en los animales, y la vegetativa en las plantas.

Además de los cinco sentidos específicos, que producen cada uno particulares sensaciones (colores, sonidos, sabores, etc.), hay un sensorio común, que hace distinguir las sensaciones proporcionadas por órganos diferentes, por ejemplo, lo blanco de lo dulce, de la misma manera que cada sentido distingue las sensaciones que le atañen, por ejemplo, lo negro de lo blanco, lo amargo de lo dulce. La sensación en acto coincide con el objeto sensible; por ejemplo, coinciden el oír el sonido con el sonido mismo. En ese sentido puede decirse que si no existieran los sentidos no existirían los objetos sensibles (si no hubiera vista no habría colores). No los habría en acto, pero sí en potencia, porque coinciden con la sensibilidad solamente en el acto de ésta.

Hay que distinguir del sentido la imaginación, que se distingue también de la ciencia, que es siempre verdadera, y de la opinion, que es acompañada por la fe en la realidad del objeto, porque la imaginación carece de esta fe. La imaginación. es producida por la sensación en acto, y las imágenes que produce la primera se asemejan a las sensaciones; puede, pues, determinar la acción en los animales o en los hombres cuando tienen la inteligencia ofuscada por los sentimientos, las enfermedades o el sueño.

La función de la inteligencia es análoga a la de la sensibilidad. El alma intelectiva recibe las imágenes como los sentidos reciben las sensaciones; su misión es juzgarlas verdaderas o falsas, buenas o malas; y según cómo las juzga, las aprueba o desecha, las desea o las rehúye. Es, pues, la inteligencia, la capacidad de juzgar las imágenes que los sentidos proporcionan. "Nadie podria aprender o comprender algo, si los sentidos no le enseñaran nada; y todo lo que se piensa, se piensa forzosamente como imágenes. Mas el pensamiento no tiene nada que ver con la imaginación: es el juicio emitido sobre los objetos de la imaginación, y los declara falsos o verdaderos, buenos o malos.

Como el acto de sentir es idéntico al objeto sensible, así el acto de entender es idéntico al objeto inteligible. Esto significa que cuando el intelecto comprende, el acto de su comprensión se identifica con la verdad misma, con el objeto entendido; más precisamente se identifica con la esencia sustancial del objeto mismo. Por lo cual dice Aristóteles: "la ciencia en acto es idéntica con su objeto" o más en general, que "el alma es, en cierto modo, todos los entes"; efectivamente, los entes son o sensibles o inteligibles y mientras la ciencia se identifica con los entes inteligibles, la sensación se identifica con los sensibles.

Sin embargo, esta identidad no se da cuando se considera, no ya la conciencia en acto, sino en potencia. Aristóteles insiste en la distinción entre intelecto potencial e intelecto actual. Este último contiene en acto todas las verdades, todos los objetos inteligibles.

- El intelecto actual obra sobre el potencial como la luz que hace pasar al acto los colores que en la oscuridad existen en potencia: actualiza, pues, las verdades que en el intelecto potencial están solamente en potencia. Por eso Aristóteles lo llama intelecto activo, y lo considera "separado, impasible, no mezclado" Sólo él no muere y dura eternamente, mientras el intelecto pasivo o potencial se corrompe, y sin el primero no puede pensar nada.

Si el intelecto activo es de Dios, del hombre o de ambos a la vez, en qué relaciones está con la sensibilidad, cuál sea el significado de esa "separación" que Aristóteles le atribuye, son problemas que Aristóteles no estudia y que deberan ser largamente discutidos en la escolástica árabe y cristiana y en el Renacimiento.

El hombre es concebido por Aristóteles de un modo hilemorfístico, es decir, como un compuesto de materia y forma. El cuerpo funciona como materia prima y el alma como forma sustancial. La unión existente entre alma y cuerpo es una unión sustancial. Si la unión accidental supone básicamente que los elementos unidos existen ya constituidos antes de la unión, la unión sustancial, por el contrario, constituye esos elementos y ella misma los hace existir. En la accidental, los elementos unidos persisten como siendo distintos y existiendo paralelamente; en la sustancial se fusionan en una unidad única. En ella alma y cuerpo marchan juntos en una unidad de operación, forman un único ser .

De que la unión entre alma y cuerpo sea sustancial, se deducen varias conclusiones de suma importancia. Tal vez la más definitiva sea que el alma ya no precede al cuerpo en cuanto a su existencia, como ocurría en Platón. A su vez, de aquí se concluye que no hay lugar ya para que el alma adquiera los conocimientos de un modo independiente en relación con el cuerpo. En tercer lugar, no existe entre alma y cuerpo esa diferencia tajante pretendida por Platón; la diferencia general entre espíritu y materia queda disminuida en Aristóteles. El alma se hace solidaria del cuerpo y de la vida en general: según Aristóteles, como ya anteriormente se menciono no sólo tiene alma el hombre, sino también las plantas y los animales, y en ambos casos el alma es definida en los mismos términos que la vida en general, en términos de automovimiento.

En una palabra, Aristóteles desidealiza y materializa el alma platónica. La inmortalidad, expresión máxima de la espiritualidad del alma humana, parece mantenida por el discípulo sólo por respeto al maestro: "Habrá que convenir en todo caso en que si se da para Aristóteles una inmortalidad del alma, es ello en fuerza de su resabio platónico que le hace pensar en su alma espiritual a través del dualismo de aquél. Aristóteles, por su parte, no ha desarrollado ninguna prueba demostrativa propia de la inmortalidad del alma."

Tampoco la moral aristotélica se funda en una bondad ética como instrumento para conseguir una vida extrasensible en compañía de los dioses, como pretendía Platón. Para Aristóteles, el bien moral consiste en la "perfecta actuación del hombre según su actividad específica", es decir, en la realización más perfecta posible de sus posibilidades propias y específicas. Pero este ideal, según el propio Aristóteles, no es nada extraño, sino que es el ideal de todo ser; pues todo ser, si se comporta según las exigencias de su naturaleza y las cumple, entonces llenará el sentido de su ser y será bueno, igual proporcionalmente que el hombre. y en ese cumplimiento de las exigencias de la naturaleza intelectual del hombre, en el desarrollo de sus potencialidades intelectuales, consistirá la felicidad humana.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La verdad os hará libres...

'Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres' Juan 8:32.

La Doctrina del Shock

Naomi Klein (nacida en Montreal, Canadá, el 8 de mayo de 1970) es una periodista e investigadora de gran influencia en el movimiento antiglobalización y el socialismo democrático, nacida en Montreal (Canadá) en 1970. Es economista política, periodista y escritora.

Caracterizada por su trabajo independiente en los medios periodísticos, colaboró como columnista para los periódicos de corte progresista como el The Guardian de Londres y The Globe and Mail de Toronto. Naomi Klein ha participado en charlas en la sociedad Miliband de la London School of Economics y es doctora "honoris causa" en Derecho por la Universidad de King's College, de Nova Scotia. Alcanzó el puesto undécimo, el más alto logrado por una mujer, en el Sondeo Global de Intelectuales, un listado de los intelectuales más relevantes del mundo que confecciona la revista "Prospect" junto a la revista "Foreign Policy". 

Su ruptura con la globalización implicó el estudio de las influencias del capitalismo de finales del siglo XX y del sistema de la Tercera Vía, así como en el impulso del sistema de economía neoliberal y sus efectos en la cultura moderna de masas. Fruto de sus investigaciones, ha escrito varios libros como No Logo (2001), Vallas y ventanas (2003), La doctrina del shock (2007), el guión del documental La Toma/The Take (dirigido por Avi Lewis, centrado en la toma de una fábrica recuperada por sus trabajadores bajo control obrero como forma de lucha en contra de la globalización en el marco de la crisis argentina y las movilizaciones ciudadanas entre 2001 y 2002) y un gran número de artículos periodísticos y políticos.

Naomi junto al director mexicano Alfonso Cuarón, han grabado un vídeo resumiendo la Doctrina del Shock; la cual argumenta el cómo, sobre la base de una teoría del economista neoliberal estadounidense Milton Friedman, “solamente una crisis real o percibida produce cambios verdaderos”, los gobiernos socavan las libertades y los derechos aprovechando los momentos en que la sociedad está más impactada por guerras, catástrofes o atentados. Frente a esto, la periodista canadiense plantea como defensa, que la ciudadanía este informada sobre la que ocurre y por qué.


*REFERENCIAS: Wikipedia y http://www.naomiklein.org/shock-doctrine/materiales-espanol


martes, 17 de noviembre de 2009

Los 10 Mandamientos en el LIBRO EGIPCIO DE LOS MUERTOS

En el capítulo CXXV del Libro de los Muertos (Papiro de Ani) se incluye una lista de juramentos para alcanzar la vida después de la muerte. Estas declaraciones juradas son confesiones negativas, que llevan implícito el mandato de los dioses egipcios a llevar una vida recta; algunas de estas confesiones se asemejan a mandamientos del decálogo israelita.

“En verdad, vine a ti y te traigo la Justicia y la Verdad. Por ti rechace la iniquidad”.
-“No herí a hombre alguno, ni hice daño a las bestias”.
-“No cometí delito en el lugar de la Justicia y la Verdad”.
-“No conocí mal: No actué perversamente”.
-“Cada día trabajé más de lo que se me pedía”.
-“Mi nombre no llegó a la barca del príncipe”.
-“No desprecié a Dios”.
-“No causé aflicción, ni ejercí aflicción”.
-“No hice lo que Dios abomina”.
-“No hice que su amo obrara mal con su siervo”.
-“A nadie le hice sentir dolor”.
-“A ningún hombre hice llorar”.
-“No cometí homicidio; ni jamás ordene a nadie que matara por mí”.
-“No perjudique a la gente”.
-“No hurte lo ofrendado en los templos; ni robé las tortas de los dioses”.
-“No me llevé las ofrendas efectuadas a los bienaventurados difuntos”.
-“No forniqué, ni mancillé mi cuerpo”.
-“Ni acrecenté, ni disminuí las ofrendas debidas”.
-“No robé de los huertos; ni pisoteé los campos”.
-“No hice agregados al peso de la balanza; ni aligeré el peso de los platillos”.
-“No quité la leche de la boca del infante”.
-“No aparté el ganado de sus apacentaderos”.
-“No tendí trampas al ave acuática de los dioses”.
-“No pesqué peces con carnada de sus propios cuerpos”.
-“No hice regresar el agua en su marea alta”
-“No interrumpí el cauce del agua corriente”.
-“No extinguí la llama en su plenitud”.
-“No descuidé las estaciones para las ofrendas asignadas”.
-“No alejé el ganado separado para el sacrificio”.
-“No impedí las procesiones del dios.

Soy puro. Soy Puro”

Cap. CXXV del Libro de los Muertos
El papiro de Ani, del Museo Británico - E.A.Wallis Budge


sábado, 14 de noviembre de 2009

Versos de Oro de Pitágoras

Honra, en primer lugar, y venera a los dioses inmortales, a cada uno de acuerdo con su rango.

Respeta, luego, el juramento, y reverencia a los héroes ilustres, y también a los genios subterráneos: cumplirás así lo que las leyes mandan.

Honra, luego, a tus padres y a tus parientes de sangre. Y de los demás, hazte amigo del que descuella en virtud.

Ten también como hábito el que tus palabras sean amables y tus actos provechosos.

No guardes rencor al amigo por una falta leve. Estas cosas hazlas en la medida de tus fuerzas, pues lo posible se encuentra junto a lo necesario.

Aprende a cumplir estos preceptos. Por otra parte, acostúmbrate a dominar lo siguiente: tu estómago ante todo; luego, el sueño, después, los arranques de tus apetitos y de tu ira.

No cometas nunca una acción vergonzosa, ni con nadie, ni a solas: por encima de todo, respétate a ti mismo.

Seguidamente, ejercítate en practicar la justicia, en palabras y en obras, Aprende a ser razonable y sensato en todo cuanto ejecutes, no olvidando que la muerte es el destino de todos, Y en cuanto a la fortuna, cosa propia le es tanto el aumentar como el desaparecer.

De los sufrimientos que caben a los mortales por divino designio, la parte que a ti te corresponde sopórtala sin indignación; pero es legítimo que le busques remedio en la medida de tus fuerzas; porque no son tantas las desgracias que caen sobre los hombres buenos. En cuanto a las muchas palabras que salen por la boca de los hombres, unas indignas, otras nobles, que no te turben ni tampoco te vuelvas para no oírlas. 

Cuando oigas una mentira, sopórtalo con calma. Y lo que ahora voy a decirte es preciso que lo cumplas siempre: que nadie, mediante sus palabras o en virtud de sus actos, te persuada para que hagas o digas aquello que no sea lo mejor.

Reflexiona antes de obrar para no cometer acciones absurdas, teniendo en cuenta que es propio de los hombres débiles obrar y hablar sin discernimiento.

Por tu parte, realiza siempre aquello que posteriormente no pueda dañarte.

No entres en asuntos que ignoras, pero aprende cuanto es necesario: tal es la norma de una vida dichosa.

Tampoco descuides la salud de tu cuerpo; ten moderación en el comer, el beber y en los ejercicios físicos.

Por moderación entiendo aquello que no te haga daño.

Acostúmbrate a una vida sana sin molicie, y guárdate de hacer lo que pueda atraer sobre ti la envidia.

No seas disipado en tus gastos como hacen los que ignoran la honesta proporción de lo bello.

Pero no por ello dejes de ser generoso: nada hay mejor que la justa medida en todas las cosas.

Haz, pues, lo que no te dañe, y reflexiona antes de actuar.

Y no dejes que el dulce sueño se apodere de tus lánguidos ojos sin antes haber repasado lo que has hecho en el día: ¿En qué he fallado? ¿Qué he hecho? ¿He dejado de cumplir alguno de mis deberes?

Recorre, sin olvidar ninguna, cuantas acciones hayas realizado, empezando por las primeras, y, al punto, repróchate los errores alegrándote, en cambio, por los aciertos.

Esto es lo que hay que hacer. He aquí lo que hay que empeñarse en practicar, he aquí las cosas que hay que amar. Por ellas ingresarás en la divina senda de la perfección.

¡Te lo aseguro por aquel que trasmitió a nuestro entendimiento la Tetraktis, fuente de la naturaleza infinita! ¡Adelante, pues! Pero antes de emprender cualquier tarea, pide a los dioses que santifiquen tu esfuerzo.

Practicando estos preceptos sabrás cuál es el lazo que une a los dioses inmortales con los mortales hombres, y aprenderás a conocer los elementos que pasan y los que permanecen.

Y sabrás, como es justo que se sepa, que la Naturaleza es una y la misma en todas partes, con lo que jamás esperarás lo que no se puede esperar, ni habrá nada oculto para ti.

También sabrás que los hombres sufren de los males que ellos mismos se imponen, ciegos a los bienes que les rodean, que no oyen ni ven, por lo que son pocos los que saben librarse de la desgracia.

Tal es el destino que ciega el espíritu de los mortales. Como cuentas infantiles ruedan de un lado a otro, oprimidos por males innumerables, porque, sin advertirlo, los castiga la Discordia, su natural y triste compañera, a la que no hay que provocar, sino cederle el paso y huir de ella.

¡Oh, padre Zeus! ¡De cuántos males no librarías a los hombres si tan solo les hicieras ver a qué demonio obedecen! Pero para ti, ten confianza, porque de una divina raza están hechos los seres humanos, y está también la sagrada Naturaleza que les muestra y les descubre todas las cosas.

En cuanto pongas en práctica lo que te ordeno, disfrutarás de sus beneficios, que serán tu remedio y librarán tu alma de todos los males.

Abstente de los alimentos que hemos señalado, sea para las purificaciones, sea para la liberación del alma.

Juzga y reflexiona sobre cada cosa, tomando como cochero del carro de tu alma a la razón, que es la mejor de tus guías.

Con lo que una vez libre de tu envoltura carnal, irás hasta los libres orbes del éter, y serás un dios inmortal, incorruptible, ya no sujeto a la muerte.